lunes, 22 de febrero de 2010

Siguiendo la moda en una vida de consumo (Correción)

Personalmente soy amante de la moda, me gusta seguir de cerca las tendencias y las propuestas que tienen los diseñadores para el público cada temporada. Pero de un tiempo acá he empezado a reflexionar frente a esta circunstancia.
Hace pocos meses fui a una tienda, encontré una linda camisa de franela 100% algodón en una de las renombradas boutiques de la cuidad, era delgada y simple, bastante básica, pero chic, con un precio poco módico de $70.000. Afirmo “poco módico” por la siguiente razón: después de indagar en distintos almacenes de telas y talleres de confección, descubrí que una camisa de este estilo gasta al menos 70 o 80 centímetros de tela, un metro de este material cuesta, en promedio, ocho mil pesos el metro, el ensamblaje entre mil y dos mil pesos si se hace en grandes cantidades, o entre 8 mil y diez mil pesos si se hace individualmente. Haciendo cuentas, increíblemente nos cobran siete veces más por una prenda, o en su defecto, un poco más del triple de lo que realmente cuesta. Concluí lo siguiente: En este mundo consumista no compramos productos, compramos marcas.
Diariamente somos expuestos, según la analista de mercado Annie Leonard, a más de 3000 comerciales diarios, más de lo que una persona promedio veía en toda su vida en los años 50’s. Esto nos confirma el hecho de que los medios de comunicación nos bombardean con mensajes que nos incitan a poseer un producto con ciertas características específicas según la tendencia de la temporada. Este bombardeo hace que deseemos cosas que no necesitamos, nos disuade a no ser analíticos frente a la compra, a despreciar el verdadero valor de las cosas, y a querer tener un producto determinado cueste lo que cueste para seguir la imagen idílica que constantemente nos venden los medios de comunicación.
Gracias a esto las grandes industrias de la moda se dan el lujo de poner a prendas poco costosas en su fabricación precios exorbitantes, pues son ellos los que manejan el mercado, son ellos los que imponen la moda y las tendencias, los que nos venden y nos hacen desear adquirir un concepto, una marca, un estilo de vida más que “una simple camisa”.
Las industrias controlan el flujo de información en los mass-media y por ende, las inclinaciones del consumidor a adquirir cierto tipo de productos en un tiempo que ellos previamente han estipulado. Por ello, queridos lectores, debemos que aprender, (y aquí me incluyo), a comprar con un poco más de pensamiento analítico y menos deseo compulsivo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Tema del semestre

Película es: Thank you for smoking. Dirigida por Jason Reitman.
Libro es: La hoguera de las vanidades del cronista americano Tom Wolfe.
Tema: La importancia de la publicidad de buena calidad para las empresas que venden al público promedio (no especializado) hoy en día en la ciudad de Cali y los beneficios que esto les trae.